DiGiulian contactó con Edu Marin, uno de sus compañeros de cordada de más confianza, y juntos empezaron a hacer planes para la Zahir Plus.
Pero a veces la vida te da un vuelco...
“Mi padre pasó, en solo dos semanas, de ser una persona totalmente sana a fallecer,” recuerda DiGiulian. John DiGiulian enfermó y falleció el 29 de junio, dejando atrás a Sahsa, a su esposa Andrea y a su hijo Charlie.
“Mi padre era un soñador,” recuerda Sasha. “Soñó que realizaría grandes hazañas, y me dijo que siempre debía escuchar mi corazón y vivir mi pasión.”
Zahir Plus iba a ser un homenaje a su padre, pero cuando DiGiulian y Marin llegaron a Suiza se encontraron con que todo el país estaba bajo la lluvia. La pared por donde discurre Zahir Plus estaba totalmente empapada, y algunos tramos se habían convertido en pequeñas cascadas.
“Edu y yo hablamos y nos dimos cuenta de que si nos quedábamos en Suiza, no íbamos a escalar y no teníamos ningún otro proyecto en mente,” recuerda DiGiulian.
Entonces contactaron con uno de los escaladores y aperturistas de vías más prolíficos, Dani Andrada, para ver si les podía sugerir algo. Andrada les habló de una vía en la isla de Cerdeña que él mismo había escalado varios años atrás. Tenía unos 300 metros y su grado de dificultad era muy sostenido. Además no había sido escalada desde 2002. ¿Su nombre?
“Viaje de los Locos” contestó Andrada entre risas.
“Era un nombre muy adecuado para lo que nos esperaba,” dice Sasha. Marin y ella compraron billetes para Cerdeña para el día siguiente. El único problema era que Viaje de los Locos era más grande, más dura y más difícil de lo que pensaban, y que completarla no iba a ser nada fácil.
Para subir de una tirada una vía larga necesitas fuerza, resistencia, técnica y saber mantener la cabeza fría cuando ves el patio que tienes a tus pies. Cuando hubieron practicado todos los largos, DiGiulian y Marin se sintieron preparados para intentar hacerla entera de una tacada desde el suelo.
“Estábamos en plan ‘Vale, voy a intentarlo…’,” recuerda DiGiulian. “Entonces experimenté ese momento de lucidez en el que sabes que no vas a caerte, pero aun así escalé con el corazón en la garganta.”
Durante su viaje, DiGiulian a menudo pensó en su padre, que era de origen italiano. Sintió su presencia y notó su fuerza. Se dio cuenta de que él hubiese querido que ella estuviese allí, intentado conseguir uno de sus sueños.
“Cerdeña acabó siendo un regalo del destino. Estaba pasando una mala época, me sentía insegura… cuando llegué sinceramente no las tenía todas conmigo. Y en cambio lo conseguimos.”
“Cuando miro atrás y pienso en nuestro viaje y como fue -consiguiendo hacer toda la vía a pesar de mis dudas, sintiendo la presencia de mi padre, etc…- creo que ha sido la mejor experiencia de escalada de mi vida.
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